domingo, 20 de diciembre de 2009

¿Quién tiene el Poder?



La siguiente historia va pensanda para ti Bethell, en realidad para ti, para mi y para todas las que nos hemos hecho "la" pregunta. ¿ Por qué se sigue mirando hacia atrás? ¿ Por qué se sigue pensando, queriendo, dudando? Lo que hablamos respecto al poder, recuerdas?

Iba ella una vez más, haciendo su vida, riendo, haciendo todo lo que la hacía feliz o al menos "suficientemente" feliz. Iba ella pensando y proyectando sueños, que no eran "tan" buenos, pero si lo suficientemente buenos. Iba ella creyendo en todo eso que tenía, y que era suyo. Sin embargo, aparecían los datos, los momentos, los detalles, los miedos. Se asomaba ese otro que parece estar siempre escondido.

-¿Por qué? ¿ Para qué?

Iba ella negando todo, asegurandose de que esos temores no sigifican nada y que son simplemente residuos de algo que no fue, entonces viene la pregunta: ¿que tiene de especial? que lo diferencia de los otros 100 momentos especiales, hermosos, difíciles, intensos. La respuesta es sencilla, ese momento que se acerca y que viene a quitarte las certezas, es el momento cuando no pudiste tener el poder, cuando te lo arrebataron, cuando hubo un cambio de roles y te volviste vulnerable, debil e insegura. Un momento desagradable, en que sientes que otro decidió por tí, por tu felicidad o infelicidad y es ese pequeño acto estrategico el que te deja inmovil, aún cuando el tiempo pasa y aparentemente avanzas.

- Pero, una vez que tienes claros los motivos qué es lo que haces. El saber por saber no soluciona nada. Quizás cabe preguntarse, ¿Como recupero el poder?

Iba ella creyendo que sí el caía, que sí el cambiaba podría tener el control de nuevo. Quería poder despojarse de él y no ser despojada, quería poder sentir que si ella no le importaba, él tampoco importase para ella. Hasta cuando él sentiría la certeza, la libertad de llegar, tomar sin decir nada.

- ¿Cómo se recupera el poder sin involucrarse de nuevo? ¿ Como se recupera el poder sin equivocarse, quejarse, dolerse?

- Iba ella pensando que pronto lo sabría, que muy pronto lo resolvería. Que pronto dejaría de estar disponible. Muy pronto ella podría decirse a sí misma que no quería más de lo mismo y valdría la pena haber perdido tanto por resolver esta interrogante. Iba ella recordando que en un momento se enfermaron juntos y se hicieron adictos a que ella perdiera el poder y que él nunca se lo devolviera.



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